¿Qué puedes hacer cuando tienes un inquilino moroso?

El principal miedo de todos los caseros es encontrarse con un inquilino moroso. Te contamos cómo actuar en estos casos para reclamar tus derechos sin perder los nervios.

«Mi inquilino no me paga». Te sorprenderías la de veces que nuestros abogados escuchan esta frase. De hecho, el impago es el motivo más habitual por el que un contrato de alquiler se rompe. 

Si estás en esta situación, no te interesa perder ni un minuto más para recuperar tu inmueble y tu dinero. 

Acciones recomendadas frente a un inquilino moroso

1. Comunícale de forma amistosa el impago y reclama la deuda. Estás en tu derecho de hacerlo el día después del periodo establecido en el contrato. Normalmente, el alquiler se paga en los primeros cinco o siete días del mes. 

2. Si no surte efecto de forma verbal, notifícaselo de forma escrita. Puedes enviarle un burofax para la reclamación del pago o dejar constancia por escrito a través de un correo electrónico o un mensaje a través de WhatsApp, por ejemplo. Esto a menudo surte efecto.

3. Si nada de lo anterior hace que tu inquilino moroso se ponga al día, es el momento de reclamar en los juzgados. Necesitarás presentar el contrato de arrendamiento original, el poder general para pleitos (tendrás que solicitarlo) y las comunicaciones que enviaste al inquilino para reclamar el impago (burofax, mensajes o correo electrónico).

Importante: bajo ninguna condición cambies la cerradura, cortes los suministros o dejes de abonarlos, entres en la vivienda sin permiso… Todas estas acciones tienen repercusiones legales para ti como arrendador y tu inquilino las puede utilizar en tu contra en el juicio. 

De cara al juicio de desahucio tienes dos opciones:

1. Reclamar de forma conjunta el desalojo y la deuda. Este procedimiento suele dilatarse más, ya que el inquilino puede alegar motivos de oposición al juicio de desahucio. 

2. Reclamar primero el desalojo y de forma separada la deuda. En este caso, los motivos para oponerse al juicio son muy reducidos. Solo puede acreditar el pago de la renta. No puede presentar ninguna otra prueba. 

Además del impago, puedes echar a un inquilino también si incumple aspectos reflejados en el contrato: realización de obras sin autorización, utilización del inmueble con fines distintos a los pactados, actividades molestas, fin del contrato…

¿Necesitas ayuda con un inquilino que no paga? Habla con uno de nuestros abogados y te asesoraremos personalmente.